Kumbhaka como punto central de la revitalización a nivel celular
"Pranayama es la cesación de la inspiración y de la espiración cuando el Asana se ha adquirido" dijo Patanjali en sus aforismos.
La retención del aliento, kumbhaka, en el Hatha-Yoga, provoca primero la liberación del prana (energía) en el cuerpo, seguida de un mejor reparto en todo el organismo (que puede ser dirigido a voluntad por el practicante). Es la fase más relevante del pranayama, tanto a nivel fisiológico como sicológico.
La verdadera finalidad de la respiración pulmonar* es la respiración celular. Las células entran en contacto con el oxígeno y lo absorben, después los procesos biológicos de combustión intracelular liberan energía y expulsan CO2.
Con el pranayama (concretamente en la fase de antara kumbhaka*) (aquí puedes consultar los tiempos) estimularemos esa respiración celular, para generar prana que consecuentemente mejorará nuestro tono vital, aumentará la transpiración de la piel y producirá una profunda revitalización (a través de los bioestímulos creados en la respiración celular).
(la respiración en el libro Pranayama de André Van Lysebeth 🙏)
Aunque los yoguis hablan de control de la temperatura del cuerpo y de hasta 30 minutos de retención** con pulmones llenos, en nuestro caso (con orientación del profesor) llegaríamos a retenciones con pulmones llenos entre 20 - 90 segundos ya que llegan hasta el momento en el que los mecanismos reflejo se sobreponen a la voluntad y un límite soportable (mediante una progresión lenta y regular).
Los principales efectos de antara kumbhaka se producen sobre el centro respiratorio situado en el bulbo-céfalo-raquideo, que funciona de forma autónoma y mide el nivel del CO2, pH sanguineo y el nivel de oxígeno en sangre. Al controlar la respiración situamos al "yo consciente" en un puesto de mando clave del organismo que gestiona el reflejo de inspiración.
Al tomar el control de este centro respiratorio en el bulbo estaremos estimulando el sistema parasimpático-vago, que calma el corazón, amplifica los movimientos peristálticos digestivos y favorece la secreción de las glándulas digestivas; calmando la sobre-excitación generada por la multi-ocupación de la vida moderna.
Recuerda practicar pranayama mejor después de una sesión de asanas, con la digestión realizada hacerlo de forma progresiva, después de 5 respiraciones completas, sin olvidarnos de hacer Mula y Jalandhara Bandha y sentado con la columna recta.